Ponte una mano en el corazón

Nuestra Garra

Generalmente cuando se oye hablar de Proyecto con Garra, se hace una alusión exclusiva al trabajo que venimos realizando con nuestros animales, pero detrás de esto, hay toda una historia que se ha ido construyendo paso a paso.

Junto con mi compañera de vida, siempre tuvimos el afecto hacia los animales. Cuando empezamos a vivir juntos conformamos nuestro hogar con Blues, Jazz y Tommy e hicimos nuestro primer rescate: Funky Abdul, un perro que tenía una lesión en una de sus patas delanteras, que tristemente no pudimos salvar y, así, fueron llegando unos cuantos.

Un par de años después queríamos hacer un cambio en nuestras vidas, decidimos ser independientes a nivel laboral, evaluando nuestros gustos y competencias nos vimos inclinados a trabajar con animales con la idea de montar una guardería canina en un lugar cercano a Bogotá, y así empezamos. Pasar tiempo con animales siempre es bueno para nuestra salud mental. Pero también es útil para jugar en los casinos online. Donde puedes mejorar muchas habilidades. La plataforma Slotogate tiene una gran cantidad de casinos en línea populares. donde puedes juegos con mercado pago

Junto con una gran amiga, quien era una persona muy sensible con la problemática del maltrato y sobre todo un gran ser humano, tomamos la decisión de buscar un cambio de clima, algo un poco más cálido…

La idea era seguir con nuestro negocio de guardería, nos trasladamos a un municipio cercano a Bogotá, alquilamos una casa quinta con un gran terreno, pero infortunadamente ahí tuvimos una de nuestras épocas más duras, que dieron origen al nombre de Proyecto con Garra.

A nuestra amiga le dio una enfermedad degenerativa, por lo cual nos hizo prometer que nos haríamos cargo de sus diecisiete perros, claramente no nos pudimos negar.

Ella había destinado parte de su pensión al mantenimiento de los animales dejados a nuestro cuidado, pero pues claramente en la realidad su familia no iba a permitir ni respetar su voluntad y también murió nuestra idea de negocio y nos dedicamos a resistir.

La casa quinta se la alquilamos a un abogado que se presentó como el encargado legal, el problema era que ese lugar estaba siendo robado con artimañas a su verdadero propietario y pues terminamos en medio de una usurpación de una banda delincuencial, tanto que hasta la misma policía estaba involucrada.

Terminamos siendo extorsionados, amenazados y hasta fuí presionado para que no denunciara la situación, sin embargo lo hice ante la fiscalía, la defensoría del pueblo y ante el consejo superior de la judicatura, y saben que pasó… nada, porque acá la justicia colombiana no funciona como debe.

Pasamos de ahí a un lugar que encontramos el cual no era muy cómodo, fue acá donde sentimos tocar un verdadero y crudo fondo, nos sentimos realmente devastados, fué en esos momentos donde nos dimos cuenta de la fragilidad de nuestra labor.

Ya más bajo no podíamos caer, la única opción era seguir, resistir junto con nuestros animales. Poco a poco iba creciendo la población, tanto por los abandonos que nos dejaban en la puerta de la finca, como favores que le hicimos a personas cercanas y favores que le hicimos a la alcaldía del municipio con el compromiso de su apoyo, pero realmente llegamos nuevamente a la palabra nada, no pasó nada, nunca nos dieron un grano de alimento.

Sin embargo nuestra única opción era seguir

Y fue así que tomamos la decisión de trasladarnos a Antioquia, por cercanía familiar.

Por fin, un día, subimos a todos nuestros canchos en un camión y después de casi cuatrocientos kilómetros, más de 12 horas de recorrido y muchas lagrimas, logramos dejar atrás toda una historia dura y volvimos a empezar en este nuevo lugar, eso sí, porque algo que te lleva al límite, te hace fuerte y afianza un lazo de compromiso con la lucha diaria y constante y aunque muchas personas se alejaron, otras mejores han llegado…

Hemos aprendido que esta labor es muy difícil de comprender y sobre todo de aceptar, es un reflejo de la sociedad, de esa parte oscura que duele ver, por eso es más fácil mirar para otro lado, pero, pues, algunos asumimos el reto de enfrentar la problemática con las herramientas que tenemos al alcance, conociendo lo desgastante que puede llegar a ser, porque la verdadera lucha es en nuestra mente!

Ahora estamos preparando otro cambio necesario, un paso más concreto, con el compromiso inquebrantable con este poderoso hogar compuesto por 70 perros, 15 gatos y un caballo, con todas esas amigos que nos acompañan, con nuestra familia, con Lina María y conmigo, con un gran hogar que se llama PROYECTO CON GARRA!!!

https://www.facebook.com/proyectocongarra/

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